Cuando me ofrecí a ayudar a un viejo amigo, sabía que estaba solo si las cosas se torcían.
Que, por supuesto, lo hicieron.
Así que me encuentro desangrándome en la mesa de una veterinaria, confiando en una completa desconocida para que me salve la vida.
Una preciosa y testaruda desconocida.
Ahora todo lo que importa es mantenerla a salvo.
Porque mi pasado vuelve a perseguirme, y esta vez ella está justo en la línea de fuego.
Mil gracias a S!
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